Volver a cereza.-

24/02/08

El tiempo aceleró el instante en el que me quería quedar. Me lo sustrajo del alma y me obligó a mutar.

(No me mires así)

El destino, aburrido de gobernar, decidió jugar con su poder pidiéndole al amor que acapare mi corazón. 

Como buen súbdito, cumplió su orden.

(Me quería quedar para que me regales un solo beso tuyo)

La vida me abraza alentándome a seguir.

(Siempre alimentándome de vanas ilusiones)

La muerte me tienta con su locura de un sueño eterno.

(Me acostumbré a la soledad, y no se quiere ir)

Voy a estallar.

(Tengo miedo).

Seguís viviendo paralelamente, 
como ignorando saber lo que ya sabés.
Loca realidad la que elijo vivir.

Hasta que te das cuenta que eras 

el clon de tu propio reflejo.

Sé

A ver...si algo va a suceder que me lo griten ahora. Ya estoy al límite. Ella también. Mirá, se esconde para que no le llegue. Sabe que se está yendo y no va a volver, pero de esa no escapa, ya se lo dije. Entonces sea lo que fuese que suceda, que sea divertido porque quiero bailar. Ahora en las cavernas, justo me topé con "la grieta". Algo que no debe estar ahí. Se me cruzó por el camino y lo que esta en la cueva ahora está en mí. Otra grieta más, como una rajadura en el vaso. El mar se quiebra ante mi. La tentación. Maldita tentación, con olor a ternura y juventud.-

Me voy con mi compañero. Bajo las estrellas.-

SerNo.-

Lo extraño de vivir.
Subitamente..la falta.
Lo impecable de estar.
Y de repente...nada.
Lo hermoso de tenerte.
No ser.

un tidos de osto

Siendo tierra en el universo, siendo una piedra en el fondo del mar, siendo nada ante el todo. Desde el cielo, jugando con mi imagen en tus ojos, te posas sobre mí y te burlas, te ríes, solo estoy jugando dice el mar. Basta ya de todo esto. Me voy volando entre los aires.-

Roma.-

Y decir varios silencios que solo vos puedas interpretar.

Enroscados entre las piernas del infinito,

abstractos en el reflejo

y que los dedos griten por mi.

(muchas veces más, amén.)

seis de diciembre de dosmilsiete

Encierro en laberintos tus manos que saludan la gente al pasar.

Encierro tu saludo en un cofre de cristal, en amaneceres de montañas, 
en saludos de espiral.

Te encierro solo para mi y enloquezco en tu mirada.