lunes, 18 de agosto de 2008

Y tu voz. Y tus ojos. Y tu sueño. Y tu voz.

Y tu voz. Y tus ojos. Y tu sueño. Y tu voz.

Mil espadas acuchillando mi pecho
a escondidas de la noche.
Como cientos de unicornios volando a mi alrededor.
Y la Luna que me abraza. Siempre ella.
Porque en la noche sos una estrella más,
tras las nubes te observo.
No te apagues,
corta la oscuridad.
Pero la muñeca de cristal jamás te besará de verdad.
Sé que nunca t voy a encontrar,
cuanto más siente mi soledad.
Soy la nota musical que sale de tus dedos
y se entrelaza en el azar.


Una y otra vez
respirá.

Y tu voz. Y tus ojos. Y tu sueño. Y tu voz.