Me llevaste al agua, a otra dimensión.

Eran colores los que hablaban,

era un dragón y al instante siguiente,

un águila.

Eran pasos. Eran burbujas. Era el placer que me inundaba.

FUIMOS LO MISMO.

Mi cuerpo gime el dolor del alma.

Si estoy completa, aún grita.

basta.basta.basta.callen.

Energía del cosmos,

nada de la grieta, 

en un planeta de mil años luz de distancia.

Donde un poro...

Donde un cauce...

Donde nada nada nada.

Abre tu ojo. Alabado sea...y despierta.-

(Se enrosca, se retuerce, gime y grita su desesperada ¿locura?)

Mi ojo izquierdo volvió a temblar y sus venas estallaron en un mar rojo. La pupila nadaba para llegar al límite del agua y dar una bocanada de aire. Las olas eran minutos, una mezcla de números y espuma. Parecían nunca toparse contra mí.
En otro lugar del día, un horno diferente me espera. El horno que cocina años de vida sin que las viva en el presente, sintiendo, sabiendo que están...sobre todo por la barba de mi ser.
Perdí la cuenta de las metamorfosis. Pero hoy se suma otra más.
¿Hasta dónde? ¿Hasta cuándo?

Y allí está el puente para volver a mi infinito paralelo pero el auténtico y el que quiero.

diadenadana-diana-na/dia-diadenada.

uno.tres.cinco.

en dos.cuatro.seis.

más siete y nueve.

por último ocho y diez.

pueden ser saltos

o trazos

o nubes

o danzas

o dedos

o pies

o letras

o seres

o días

o ...

las lunas de la habitación 

en el cráter lunar 

en otra galaxia 

dentro de la mente de alguna otra persona, 

o máscara en latín.