lunes, 17 de noviembre de 2008

Si en verdad, en un mundo conviven miles de infinitos subordinados al mismo tiempo, y uno corre, el otro se abraza, el otro admira el cielo (de repente, una estrella estalla antes de que perciba su existencia), una hormiga se sale de su fila, el equilibrio de la humanidad se rompe (muere uno nacen dos, mueren dos nace uno)...si en verdad esto es así, cuando se percibe y se da cuenta de ello, un minuto el mismo minuto entre las 19 y las 19: 01, es diferente desde las millones visiones del universo entero (y de la historia también).
Te recuerda la existencia y el peligro de la esencia. Tan efímeras. Después de 72 reencarnaciones, el alma se agotó. ¿Qué queda del 19:01? Nada.