en la inexistencia del tiempo fue eterno para mi.
Era un mundo paralelo el que yo habitaba.
Te sentía y te deseaba más que nunca.
¡Pero mi deseo es prohibido y lo tengo que aborrecer!
Sos una ternura,
sos esa estrella que admiro por las noches,
sos melodía.
Entre silencios, te digo las palabras más lindas.
Para que cuando sueñe te entregues a mi en el más exquisito beso.
Y así poder seguir volando,
admirando a los flamencos en libertad,
sobre el pasto verde verde verde.