martes, 24 de febrero de 2009


Aquellas aguas fueron testigo del sentimiento primate. Aquellas, las cuales en sus cantos y danzas, predecían el futuro y brindaban seguridad de que algo estaba por ocurrir. Desde que ese nombre fue arrojado a esas aguas para vivir hasta que los mares se extingan (eterno), desde que las estrellas escucharon los más profundos deseos del alma...desde. En ese momento donde nacía el "desde", un águila terminaba de escribir la historia del fin del mundo. (El día anterior ya sentía sus células en mi vientre, hasta les dí nombre!) ...y el ser junto a mí me despertó mostrándome una ventana hacia el universo en un piedra. Vi, en un espejo, el preciso instante en que el sistema solar pasaba frente a mí (como la gente que pasa por la vereda de una casa) y se detenía por un segundo, para que pueda ver sus cometas, estrellas y planetas. En una piedra. Que ahora duerme con mi rey. Lenguaje precario. Incompleto para expresar el sentir. Queda tan... nada.